La diva fue modelo de muchísimos artistas debido a su belleza y su importancia para el espectáculo nacional
Silvia Pinal, destacada actriz y figura central del cine, teatro y televisión de México, ha fallecido a los 94 años de edad. Su influencia trascendió generaciones, consolidándose como una de las más icónicas del espectáculo mexicano. Nacida en 1931 en Guaymas, Sonora, desarrolló una carrera artística que abarcó más de siete décadas, dejando una marca profunda en la cultura popular.
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La también conocida como última diva del Cine de Oro de México trabajó con directores de renombre, como Luis Buñuel, en películas como Viridiana y El ángel exterminador, además de protagonizar telenovelas y programas memorables, destacándose Mujer, casos de la vida real. Su talento y versatilidad la llevaron a convertirse en un referente para numerosas actrices y artistas del medio, abriendo caminos en la industria del entretenimiento.
Entre sus anécdotas más curiosas está su relación con el reconocido pintor Diego Rivera, uno de los máximos exponentes del muralismo mexicano. Rivera, fascinado por la belleza y presencia de Pinal, la pintó en un retrato que quedó plasmado en la historia del arte. Sin embargo, a pesar de sus intentos, el pintor no logró convencerla de posar desnuda para él. Silvia Pinal contó que estuvo temerosa de dejarse retratar, pues pensaba que el mexicano le cobraría mucho dinero por ello. Al final, a la diva no le pidieron ni un peso.
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Los otros pintores que inmortalizaron a Silvia Pinal
Pero Diego Rivera no fue el único pintor famoso que tomó a Silvia Pinal como inspiración para una obra de arte, también realizadores como el ecuatoriano Oswaldo Guayasamin y el mexicano Armando Nava. Ambos artistas, en su propio estilo, pintaron a la hoy fallecido diva del cine mexicano.
Pero hubo otro pintor que logró lo que ningún otro: retratar desnuda a Silvia Pinal. Se trata de Ignacio Beteta Quintana, un destacado artista mexicano, que dejó una huella imborrable en el mundo del arte con su dedicación a la acuarela desde 1952.
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A lo largo de su carrera, realizó más de un centenar de exposiciones tanto en México como en el extranjero, consolidándose como una figura influyente en el ámbito artístico. Su obra es reconocida internacionalmente y forma parte de importantes colecciones privadas y museos de renombre.
Además de su faceta como pintor, fue militar, arquitecto, académico, profesor, deportista ecuestre, diplomático y político. Su versatilidad y talento lo llevaron a enseñar pintura en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto de Arte de México y la Escuela de Verano de Acapulco. Durante su tiempo como docente, influyó notablemente en artistas como Ignacio Barrios.
